RETENCION DE TESTICULO

 El tracto genital del macho  está compuesto por los siguientes órganos reproductivos: escroto, testículos, epidídimo, conducto deferente y cordón espermático, pene, prepucio y próstata.

Los testículos son dos glándulas de secreción mixta, responsables de la espermatogénesis (producción de espermatozoides) y de la producción de las hormonas sexuales masculinas (andrógenos). Situados generalmente ventral al pene, están envueltos por el escroto.

En la mayoría de las especies los testículos son ovoides; en el gato son esféricos. Tienen dos caras, dos bordes y dos polos. Uno de ellos se relaciona con la cabeza del epidídimo y el otro lo hace con la cola de este órgano, independientemente de la dirección que tome el eje mayor del testículo en cada especie.

Descenso testicular la presencia de los testículos en el escroto es una posición adquirida en el curso del desarrollo. El testículo fetal de nuestros animales domésticos se ubica dentro de la cavidad abdominal, vecino al riñón correspondiente.

Luego, por el mecanismo denominado “descenso o migración testicular” la glándula atraviesa el canal inguinal para ubicarse en la región del escroto.

Normalmente los testículos descienden entre los 10 y 4 meses de edad, en este tiempo ellos se encuentran ascendiendo y descendiendo, la criptorquidia se diagnostica definitivamente si a los 6 meses no descienden los testículos.

En algunas mascotas se puede presenciar la ausencia de uno o ambos testículos en el saco escrotal, esto se denomina como criptorquidismo, esta es la alteración congénita más común de los testículos de los perros y los gatos.

El tratamiento es quirúrgico, y se suele realizar a través de laparotomía media ventral o paraprepucial; si se encuentra de manera subcutanea. En algunas técnicas, la cirugía de mínima invasión, en particular la laparoscopia, es la más escogida.

Cuando el testículo se encuentra ubicado paraprepucial, es más fácil de palpar y de ubicar y se puede realizar la incisión sin necesidad de entrar a abdomen, en otros casos cuando no se evidencia el testículo se recomienda realizar una ecografía para detectar la ubicación del testículo y de esta manera poder retirarlo.

En perros y gatos, la criptorquidia es la consecuencia de un defecto en el descenso de uno o de ambos testículos hacia el escroto durante los dos primeros meses de vida.  Esta condición, con una prevalencia aproximada del 10%, es el defecto congénito más común en los testículos de los perros y los gatos.

Por lo general, la criptorquidia es una condición unilateral, donde el testículo derecho parece tener mayor riesgo de verse afectado; este hallazgo se atribuye a su posición anatómica, normalmente más craneal respecto al izquierdo.

El tratamiento de elección es la castración quirúrgica, ya que los tratamientos hormonales son de dudosa efectividad. Las complicaciones potenciales de los testículos criptórquidos incluyen: torsión testicular y una mayor tendencia a desarrollar cambios neoplásicos.

El problema en los animales con testículos criptórquidos abdominales, suele resolverse mediante orquiectomía a través de laparotomía abdominal. Sin embargo, se han descrito varios abordajes por Cirugía de Mínima Invasión (CMI), en particular por cirugía laparoscópica.

En el desarrollo de la criptorquidia pueden intervenir factores no genéticos, por ejemplo, el tamaño del testículo en relación con el canal inguinal; sin embargo la genética es el primer factor que produce esta patologia, siendo el criptorquidismo indudablemente hereditario.

Se presenta con mayor incidencia en razas puras (Caniche toy y miniatura, Terrier de Shorkshire, Chihuahua, Boxer, Schnauzer miniatura, Pekinés, Maltés, Pastor de Shetland) y en algunas familias de una misma raza.

Se lo considera un rasgo autosómico recesivo limitado al sexo, por lo tanto los machos y las hembras portan el gen y pueden transmitirlo a su descendencia.

En el testículo sin descender de un criptórquido unilateral, se observa una ausencia total de espermatogénesis (principalmente en aquellos de ubicación intraabdominal a causa de una mayor temperatura testicular). No obstante, las células intersticiales continúan produciendo testosterona.

Por su parte, el testículo escrotal produce un eyaculado con un número menor de espermatozoides que los machos normales, pero igualmente fértil. Éstas son las razones por las que machos criptórquidos unilaterales son fértiles y pueden pasar el defecto en su progenie.

En cuanto a complicaciones a la salud del animal con criptorquidia respecta, son propensos a la torsión y neoplasia del/los testículos retenidos.

Torsión testicular: Esto suele deberse a la mayor movilidad del testículo en la cavidad abdominal comparada con aquél escrotal. El animal con esta afección manifiesta signos correspondiente al dolor agudo abdominal, pudiendo acompañarse de vómitos, distensión abdominal, fiebre y letargo. El tratamiento es la orquiectomía.

Neoplasias testiculares: el riesgo de padecerlas es mayor en los criptórquidos, debido a la temperatura que presenta a nivel intraabdominal, no es la adecuada por lo que se va a presentar alteración en las células.

Por eso la importancia de revisar a las mascotas, se debe tocar la zona del prepucio para evidenciar si están los dos testículos, si no, recuerden que es importante realizar una ecografía para confirmar donde se encuentra el o los testículos que no descendieron.

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