El diagnóstico de la enfermedad de Distemper o moquillo canino requiere un conocimiento detallado del virus y de los factores de riesgo. Es crucial analizar la convivencia con otros perros y el ambiente para identificar las causas que favorecen la infección.
Además, se necesita una valoración médica adecuada para determinar el estado de salud general del animal. Si hay signos de enfermedad, se debe realizar una anamnesis, una exploración física y los exámenes necesarios para confirmar el diagnóstico.
Hoy en día, existen varias herramientas de laboratorio que permiten confirmar el diagnóstico. Sin embargo, pueden ocurrir resultados falsos negativos, por lo que es importante evaluar en qué ciclo de la enfermedad se encuentra el paciente.
El Moquillo Canino: Causas y Síntomas
El moquillo es una enfermedad viral altamente contagiosa. Es causado por el Paramixovirus, un virus ARN de cadena simple que es relativamente inestable fuera del huésped, pero puede viajar en la ropa. La principal vía de infección es por aerosol, a través de las secreciones de animales infectados.
El virus se replica en el tejido linfático del tracto respiratorio. Posteriormente, infecta los tejidos linfáticos y el epitelio de las vías respiratorias, tracto gastrointestinal, sistema nervioso central y sistema tegumentario.
La transmisión ocurre por contacto estrecho, aire o fluidos infectados, incluyendo comida y agua. El periodo de incubación es de aproximadamente 15 días.
La enfermedad comienza con fiebre, decaimiento e inapetencia. Luego, aparecen los síntomas más específicos: descarga nasal, tos, dificultad para respirar, diarreas hemorrágicas, vómitos y conjuntivitis. También puede haber signos oculares, como edema y úlceras corneales. En algunos casos, se presentan signos cutáneos, como hiperqueratosis en las almohadillas y la nariz. El síntoma más grave es el neurológico, que incluye ataxia, parálisis, tics y convulsiones.
Los signos pueden durar desde días hasta meses, con periodos de mejora y recaídas. Esta enfermedad debe ser considerada en cualquier caso de fiebre.
Pruebas Diagnósticas y Manejo del Paciente
Para el diagnóstico, se utilizan pruebas como ELISA, con secreción conjuntival, o PCR, con sangre. Durante la consulta, se recoge información sobre el esquema de vacunación, el origen de la mascota (criadero, tienda), y si ha tenido contacto con otros perros.
Se realiza un chequeo físico y, si se sospecha de moquillo, se deben usar guantes para evitar actuar como portadores. Después, se toman los exámenes pertinentes. Si el diagnóstico es positivo, el animal debe ser hospitalizado y tratado en una zona de aislamiento para prevenir la propagación de la enfermedad.