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Un otohematoma es una acumulación de sangre entre el cartílago y la piel de la oreja de un animal, generalmente causada por la ruptura de vasos sanguíneos pequeños. Este tipo de hematoma se presenta como una hinchazón suave, similar a una almohadilla, en la oreja del animal. Aunque es más común en perros, los gatos también pueden desarrollar otohematomas.
¿Cómo se forma un otohematoma?
La formación de un otohematoma generalmente ocurre debido a un trauma en la oreja, como cuando un perro o gato sacude vigorosamente la cabeza o se rasca la oreja con frecuencia. También se puede presentar si hay infecciones en el oído, parásitos o alergias que causan picazón e irritación. El movimiento constante puede causar que los vasos sanguíneos se rompan, haciendo que se acumule sangre en el espacio entre el cartílago y la piel.
Síntomas
Los síntomas más evidentes de un otohematoma incluyen:
- Hinchazón visible en la oreja: La oreja afectada suele verse más grande y puede estar parcialmente doblada o deformada.
- Dolor al tacto: La oreja puede ser sensible al tacto, y es probable que tu mascota evite que la toques.
- Sangrado interno: Aunque no es visible desde el exterior, la sangre acumulada bajo la piel es lo que provoca la hinchazón.
¿Qué hacer si tu mascota tiene un otohematoma?
Si notas signos de un otohematoma en tu mascota, es crucial que consultes a un veterinario lo antes posible. Dejarlo sin tratamiento puede llevar a complicaciones como infecciones secundarias o deformidades permanentes en la oreja.
Mientras esperas la consulta, intenta evitar que tu mascota se rasque o sacuda la cabeza excesivamente, ya que esto podría empeorar la condición.
¿Cómo se cura o trata un otohematoma?
El tratamiento de un otohematoma depende de su tamaño y de la gravedad de la hinchazón. Las opciones incluyen:
- Drenaje del hematoma: El veterinario puede optar por drenar el líquido acumulado con una aguja y una jeringa. Aunque esto puede proporcionar alivio inmediato, el hematoma puede reaparecer si no se trata la causa subyacente.
- Cirugía: En casos más graves, se puede requerir una intervención quirúrgica para drenar el hematoma y prevenir su reaparición. Esto implica hacer una pequeña incisión en la oreja y suturar el cartílago para asegurar que la sangre no vuelva a acumularse.
- Tratamiento de la causa subyacente: Es esencial tratar cualquier infección del oído, parásitos o alergias que puedan haber causado el hematoma. De lo contrario, es probable que el otohematoma reaparezca.
Recuerda que los otohematomas son tratables. Entender cómo se forma un otohematoma, cómo se puede tratar y qué hacer en caso de que tu mascota lo desarrolle, es fundamental para garantizar su bienestar. Si sospechas que tu mascota tiene un otohematoma, no dudes en buscar atención veterinaria para aliviar su dolor y prevenir futuras complicaciones.